A partir de la semana 8 de embarazo, todos los órganos vitales del bebé ya están formados. Este es un momento crítico en el desarrollo fetal, ya que es cuando los principales sistemas del cuerpo comienzan a formarse. En esta etapa, el embrión se llama “feto” y mide unos 3 centímetros de largo.

Durante el primer trimestre, órganos esenciales como el corazón, los pulmones, el cerebro, los riñones y el sistema digestivo comienzan a desarrollarse rápidamente. Aunque ya están presentes, todavía necesitan crecer y madurar para que el bebé pueda funcionar de forma autónoma después del nacimiento.

El corazón fetal comienza a latir alrededor de la semana 5 o 6, pero es en la semana 8 cuando ya está formado y late regularmente. A partir de ese momento, el corazón seguirá desarrollándose y creciendo durante todo el embarazo.

El sistema nervioso central también se está desarrollando rápidamente en esta etapa, con el cerebro fetal creciendo en tamaño y complejidad. Las conexiones neuronales comienzan a formarse y el bebé comienza a mostrar movimientos espontáneos.

Los pulmones comienzan a desarrollarse, pero aún no están listos para respirar aire fuera del útero. Esto solo sucederá más tarde, hacia el final del embarazo, cuando los pulmones estén completamente desarrollados.

A medida que el feto crece, los órganos continúan madurando y se vuelven más funcionales. El desarrollo fetal es un proceso continuo y complejo que ocurre a lo largo del embarazo.

Es importante que la madre cuide su salud durante todo el embarazo, ya que la nutrición adecuada, el descanso y el seguimiento médico son fundamentales para garantizar el desarrollo saludable del bebé y un parto seguro. El control prenatal regular permitirá al médico monitorear el crecimiento del feto e identificar cualquier problema de manera temprana, brindando los cuidados necesarios para garantizar el bienestar de la madre y el bebé.